Debo estar viendo demasiados concursos de cocina porque el otro día me sorprendieron mis hijos, jugando con sus Lego Star Wars (sí, sí, los de la Guerra de las Galaxias y toda su saga, los láseres, las batallas…) pero de una forma un tanto original.
Tenían montada la cantina que sale en una de las películas, con Han Solo y muchos bichos vivientes pero ellos lo habían convertido en un restaurante que aspiraba a conseguir su primera estrella Michelín. En el menú figuraban platos como “Queso a la dorada” y “Pirámide de naranja”, que vete tú a saber en qué consistían, pero el segundo me hizo pensar: “¿de qué estaría echa la pirámide?, ¿de gelatina?, ¿de mermelada de naranja amarga? (es que me gusta mucho), ¿de las dos cosas?…” Además tenía que estar todo perfectamente limpio y ordenado antes de que llegara el inspector.
Y como si no fuerabastante con la imaginación de mis niños empecé a ver a sus personajes vistiendo delantales de KomsiKomsa. Y como ayer era domingo, pues me puse a jugar con mis hijos primero, y con Photoshop después. Espero que os guste el reportaje gráfico… ¡Feliz Semana!